Muy buenas tardes tengan todos ustedes mis queridos lectores, seguidores, amigos, fans u lo que carajos sean (me vale madre). ¿Cómo les fue esta semana? Una semana difícil, pues está cabrón regresar a la triste realidad de la vida que es la esclavitud del trabajo; aunque para aquellos casados debe ser una delicia no volver a ver a tu vieja al menos por unas 8 horas al día.
Después de tanta hueva, tanto relax y tantos excesos, está cabrón meter a tu mente en cintura otra vez y en la rutina de “mal desayuna, mal come y cena como cerdo” que es en mucho, la dieta que seguimos algunos de nosotros y razón por la cual estamos en le cerdez total como país.
Y bueno, la noticia obligada es la de la niña Paulette que ya da hueva ¿No? Como que tanta incongruencia (como siempre de nuestros impresionantes investigadores mexicanos) nos lleva a pensar que NUNCA sabremos quien realmente fue. Es una tristeza lo que sucedió.
Mis procesos han tenido de todo: Primero pensé en la Mamá, después se me hizo medio cabrón juzgar a la pobre vieja por su reacción “fría”, a final de cuentas todos reaccionamos de maneras inesperadas siempre.
Yo me acuerdo que en el velorio de mi Papá no lloré mucho y no por eso lo mate. Después pensé en el Papá, como que él luego, luego culpo a la Mamá y yo me remonto a cuando era niño y hacia alguna chingadera ¿Qué era lo primero que hacía? ¡Culpar a cualquiera pa’ confundir! Es por esto que el Papá también es objeto de mucha sospecha. Pero después también pienso que pudo haber sido la misma Paulette que jugando a esconderse para no ir a la escuela, se acabo asfixiando (los que tenemos hijos, no podremos negar que si no estás al pendiente, en cualquier segundo sucede una desgracia).
Lo que cabe resaltar aquí, es que así que digamos mucho caso nadie le hacía a ninguna de las dos niñas, más que las pobres nanas, que finalmente fueron las que dieron parte de su desaparición. En fin, lo único que pido es justicia real, no que se inculpe a alguien nomás pa’ que la sociedad les ponga una palomita.
Otro suceso importante de la semana y que (siento yo) cae en lo ridículo es el de comparar a Messi con Pelé o Maradona.
En primer lugar, es un moco de 22 años que tiene mucho camino por demostrar pues Pelé y Maradona tuvieron una carrera de años de éxitos. Messi, aún está sujeto a bajas de juego, a viejas, fiestas, drogas, estrellitis y lo más importante LESIONES. Por otro lado tiene que ser campeón del mundo al menos una vez para merecer semejante nombramiento. En conclusión, es un escuincle nalgas meadas muy bueno si, pero que le falta demostrar consistencia de éxito en los muchos años que le quedan como jugador profesional, así que los que ya lo llaman el nuevo rey, ¡QUE NO MAMEN!
Y bueno, este miércoles maravilloso de tantas cosas; que parte la semana en dos y nos acerca ya al fin de semana para continuar la hueva encarrerada de la vacación. Quisiera hablar de un tema ríspido, chocante, doloroso pero real como lo es EL ENGAÑO entre parejas, ¿Qué difícil y duro de tragar y asimilar no? ¿Realmente se podrá recobrar la confianza en la persona? Aquí algunos pensamientos. ¡Comenzamos!
Cuando escuchamos de engaño lo asociamos a decepción, traición y mentira.
También, al dolor psicológico que eso conlleva. Engañar es faltar a la verdad en lo que se dice, se hace, se cree o se piense.
Es decir engañar es engañar, no hay niveles de engaño ni de gravedad, el punto es la falta de verdad o la traición cometida, porque se siente lo mismo, sea a propósito o no, duele igual, no importa ni el fondo ni la forma, lo que importa es el HECHO.
Es como cuando alguien te pega sin querer y te encabronas y el otro cabrón te dice “¡uta wey, perdón fue sin querer, que pinche genio!” la respuesta OBVIA es: ¡Pues si pendejo, pero igual duele!
Cuando tú haces sentir a alguien importante, amado, respetado, valorado y demás acciones dignas del amor verdadero, esta de poca madre, pero cuando por alguna circunstancia extraña ese alguien se siente (con motivos reales) engañado o defraudado por ti… ¡Es mortal! le tiras la ilusión, el amor, la confianza y todo eso que con años de constancia construiste y parece injusto, pero así es. Es como un huracán que llega de repente y destruye la casita que paraste con tanto esfuerzo. Aquí sí, desgraciadamente lo malo, pesa MUCHO MAS que lo bueno (mi opinión).
El autoengaño es cerrar los ojos a la realidad, por ser más grato y cómodo aceptar la mentira, como la persona que pretende ignorar la infidelidad de su pareja.
Esto es típico sobre todo en los países latinos llenos de viejas pendejas que prefieren hacerse de la vista gorda, con tal de no “destruir su ceno familiar”.
También llegan a pensar “Bueno, déjalo, está muy presionado y necesita distracción”.
Y que tal ésta “De que me esté jodiendo a mí, a que se joda a alguien más, por mi mejor”.
O de plano ya existen las que navegan con bandera de “no es cierto” pues es más cómodo aceptar la mentira, aunque sepas que no es real. ¿Ta cabrón no?
El engaño que más ocurre es el de un ser querido o el de la persona a quien amamos. El dolor que nos causa es porque normalmente no podemos concebir que alguien que nos quiera nos mienta.
Éste es el más cabrón, pues te deja desolado, sin habla, con coraje, con ganas de madrearte por pendejo, confiado y entregado. Pero desgraciadamente muchos lo procesamos de manera negativa y lo que acabas pensando es “¿Pa que soy fiel, pa’ que me hagan sufrir? ¡Ni madres!” Y automáticamente caes en ser un engañador (que fue lo que originalmente te hizo sufrir), es un mecanismo (muy estúpido por cierto) de defensa.
Cuando te sientes engañado (insisto con fundamentos y bases) y lo enfrentas, es muy típico que la contraparte se defienda con las uñas (aunque muchas veces de verdad sea una pendejada), y te haga ver lo insignificante, lo poco que significó, lo NADA que fue la situación; tu simplemente no escuchas, pareciera que lo estás viendo en una arena movediza hablando (bla bla bla) y vez como se va hundiendo mas, realmente ni estás escuchando pues tu corazón aún no empieza a asimilar lo que siente, porque el mensaje que le manda el cerebro es confuso: amor, odio, tristeza, coraje…
Tenemos que aprender a decir la verdad (como engañador) y a aceptar la verdad (como engañado) y a afrontar las consecuencias (como engañador) y a ser honesto con la resolución (como engañado), pues si decides perdonar perdonas, no canturreas ni lo sacas cada rato, es OK perdono y NUNCA se vuelve a tocar el tema. Por eso, si sientes que no puedes perdonar, porque la confianza se fue y simplemente “algo” se te salió del corazón, pues mejor decir ADIOS sin miedo, a ahora caer en engañar al otro diciéndole que lo perdonas cuando realmente no es así.
No se vale tampoco caer en la lástima por el otro “es que esta muy arrepentido” ¡Ni madres! Tuvo los huevos para engañar, ok, ahora con esos mismos huevos que afronte las consecuencias.
Lo más maravilloso de la vida además es que NADIE es indispensable en la vida, tu vida sigue y al día siguiente (es mejor tener duelo) a otra cosa mariposa, o como dicen por ahí “A amaestrar otro animal” pero como alguna vez le dije a alguien de que te va a tocar, te va a tocar, así que mentes frías muchachos.
Por otra parte, no solamente el engaño tiene que ver con los familiares o el cónyuge, sembrar falsas ilusiones también es engaño.
¡Ouch! Para todos aquellos “juguetones” que les encanta estar teniendo velitas prendidas y darles falsas esperanzas… ¡cuidado! Eso también es engañar, tu nomás ponte a pensar que el otro (desde su perspectiva), está sintiendo que a ti te brinca el corazón por él, él realmente no sabe si tu se lo dices pa’ calentarle las verijas nomás, el de verdad siente que tu corazón palpita con solo abrir, ver su nombre en un correo y lo mantienes ilusionado con la idea, neta NO SE VALE, eso es jugar, si, pero en el amor ¡jugar es una chingadera! ¡Hate the player, not the game!
Para enfrentar el engaño lo importante es buscar la mayor información posible, utilizar nuestra intuición, y por último, la razón antes que la emoción. Un viejo proverbio árabe dice que la primera vez que te engañen, será culpa del otro, pero la segunda será culpa tuya.
Si te llegan con un “rumor” o chisme y realmente la intuición te dice que algo lleva de cierto, más vale que afrontes el tema con tu pareja, pues si no lo haces siempre te quedará la duda y eso, a final de cuentas acaba destruyendo igual que el mismo engaño.
Pero si tienes en la mano información veraz, o pruebas contundentes, ya tú sabrás que hacer, lo mejor es contar hasta mil y después arrancarle los huevos al hijueputa, jajaja.
Cuando nos engañen lo más recomendable es superar la desesperación y los juicios emocionales hasta donde podamos y preguntarnos cuál fue la causa, cómo sucedió y en qué circunstancias. Qué pasó para llegar a esa situación. Además, debemos dejar a un lado el odio o el deseo de venganza. Luego hablar con la persona que nos engañó y confrontarlo pidiendo una explicación.
Aquí si, ya depende cien por ciento de ti, de tu juicio, de tu amor propio, de tu orgullo, y de lo que te conoces a ti mismo, ¿Puedes perdonar? ¿Puedes olvidar? Si si, adelante y si no, no pierdas tu tiempo y dale vuelta a la página, no se acaba el mundo, de verdad, el mundo sigue igualito.
Abraham Lincoln dijo: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo. todo el tiempo".
¡He dicho!
PD. El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca.
Ay Campeon, era obvio! Lastima...
ResponderEliminarYo le diría a todos los engañados y engañadas del mundo, que la calentura no tiene lógica ni explicación.
ResponderEliminarPuedes tener el mejor matrimonio (si eso existe) y si hay una calentura de por medio, mezclada con falta de autocontrol por parte del calenturiento o calenturienta, esa es la UNICA razón para el engaño, ninguna otra.
Los problemas que haya en el entorno son secundarios y no son la razón principal para traicionar.
Si te enteras de haber sido engañada o engañado y quieres que te den una explicación lógica,o una buena razón, es muy probable que no la haya, y si la hay, mas bien se llamaría pretexto.
RAZON= CALENTURA + FALTA DE CONTROL.
OYE ES LA CRUDA REALIDAD,MAS CLARO NO PUEDE ESTAR, ES TAN SENCILLO COMO LO DICES QUE MI AMIGA YA QUIERE DIVORCIARSE , SIEMPRE DICE QUE POR LOS HIJOS, PARA QUE NO SUFRAN PERO SIGUE CON ESE CIRCULO VICIOSO PELEAS, RECLAMOS, Y NO SE RESUELVE NADA,NOS GUSTA TU REFLEXION.
ResponderEliminarAmargado Nervio, un experto en el tema!!
ResponderEliminarTal parece que te estas reflejando en esta descripcion. Me late que tu eres el que ha enganado a varias o mejor dicho, has dejado varias velitas prendidas. Ojala reflexiones y seas tu el que pida una disculpa en lugar de estarte escondiendo tras tu blog
ResponderEliminaruyyyyyyyyyyyyyyy mi queridisimo Amargado... tal parece que este hirió a algunas pero vaya, con esos comentarios (de ellas aclaro)... me parece realmente chistoso como la gente se pone el saco y todo se lo toma personal.
ResponderEliminarAmargado, yo te felicito! NO CAMBIES NADA DE TI y SIGUETE ESCONDIENDO TRAS TU BLOG porque sino algunas locas te encuentran!!! Soy tu FANNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN!
vaya! veo que te diste cuenta q tenías q borrar algunos comentarios. bien, bien, bien. en algo por lo menos has mejorado y por lo que veo son varias
ResponderEliminarSe trata de hacerle pasar al amargado un mal rato con humor, es la mejor forma pues no se hace daño seriamente, es una pequeña venganza y nos reímos mucho!!! Como se te ocurrió poner un blog! Excelente... mente tonto!
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