LOS BANCOS, NO HAY MEJOR GUARDIAN...

Muy buenos días por la mañana de este miércoles de Tercer Grado, una vez más me siento a escribir y descargar mi ¡FURIA! Y es que en este hermoso lugar llamado México lleno de tanta gente tan amable y sonriente, sin olvidar a las instituciones de servicio con una sola encomienda "agilizar la ya de por si difícil vida de nuestros clientes", esas empresas que nos hacen sentir parte de ellas con su calor, su servicio... y me pregunto ¿Cómo no ser feliz? ¿Cómo quejarme? De verdad ¡Se necesitaría estar MUY amargado! Porque ver su publicidad es exactamente lo mismo que vivir su experiencia, me atiende la misma chava hermosa con esa sonrisa angelical, me impresiona la paridad entre campaña publicitaria y realidad ¡Wow!

Pero vayamos al punto, ayer estaba en la escuela de mis hijas; víctima de otra de esas extrañas prácticas de la cultura mexicana que tienen los clientes de estirar los pagos, no se porqué maldita razón y que claro, el pendejo típico mexicano que paga el último día soy yo ¿Verdad? En fin, así pasa...

Estoy tranquilo haciendo fila en la caja de la escuela y al llegar a la ventanilla la cajera pasa mi tarjeta de débito y la terminal responde "pedir autorización a carnet", -que incómodo es cuando estas pagando y sobre todo frente a mas gente y ves que la terminal saca un papelito pequeño con un peculiar "zumbidito", ¡Te quieres morir de la vergüenza!, porque que te sientes señalado y jodido cuando quizás ni quien se diera cuenta!-. Claro, existe gente que mete sus tarjetas a sabiendas de que no tiene un peso, como esperando que la cajera se apiade y le diga: -no se preocupe, con la intención basta, su hija queda oficialmente inscrita, ya conocemos a los pinches bancos, nosotros sabemos que usted no nos quiere chingar y que en verdad cuenta con el dinero- jajaja.

Total que sale el mentado papelito, la señorita me dice que llame al número que se encuentra en la parte posterior de mi tarjeta para pedir autorización por el cobro; yo me quedé asi de ¿Cómo? ¡Que gran servicio de los bancos! Pues después de cierta cantidad el sistema solicita que el cliente llame para cerciorarse de que en verdad es ÉL quien está intentando dicha transacción, de verdad y fuera de sarcasmos, me sentí protegido, ¡BRAVO!

Llamo al banco, después de 75 opciones numéricas que una computadora muy amable me dio, y 10 minutos en que alguno de todos los ejecutivos que se encuentran ocupados se desocupó, me atiende una señorita, ya no tan amable y educada como la computadora, pero bueno, después de tanto esperar el escuchar una voz humana ¡Te sabe a gloria!

Total, le explico el caso, y me dice que por políticas del banco, no se permiten hacer operaciones mayores al monto que estaba intentando retirar... me quedé sin palabras, -osea, a ver señorita, me está diciendo que después de hasta preguntarme a que hora orino, no puedo disponer de MI dinero para inscribir a MIS hijas en su escuela, osea, la solución es que yo vaya al banco, retire el dinero, me salga en este seguro país con la lana en la bolsa ¿Y vaya al colegio a pagar? ¿Esa es la opción? - Y la respuesta de la amable señorita es, ¡ASÍ ES SEÑOR ARECHANDIETA!

Yo me pregunto, ¿En dónde quedaron todas esas campañas de abrir una cuenta y sacar tu plástico porque eso era mayor seguridad para ti? ¡Es lo puto mismo! No pude usar MI tarjeta de MI cuenta para sacar MI dinero, porque a algún brillante ejecutivo bancario dijo, "ni madres" que retiren la lana de ventanilla por su seguridad. ¡COME ON!

Como diría José José, -pido un aplauso para el señor que así ha pensado... mil gracias por tanto y tanto amor....- pero wey, ¡Déjame sacar y pagar lo que se me hinche la gana! Para eso esta el teléfono; estoy de acuerdo que si estas hablando de pagar un coche o algún cargo fuerte OK, ve al banco, solicita autorización o mas bien AVISA que vas a pagar un coche de tal cantidad para que quede el antecedente y no bloqueen la transacción, pero ¡Por veinte mil pesos! Además después de que la señorita me hizo tantas preguntas... de veritas, ¡no entiendo!

En fin, una historia mas, de muchas........

¡He dicho!